Sin embargo, si la calidad del sistema circulatorio es inmejorable, y no existen enfermedades como diabetes o bien inconvenientes vasculares, el aporte sanguíneo al pene se proseguirá efectuando con intensidad y con la presión necesaria. Es esencial indicar que hay muchos medicamentos, como los empleados para úlceras gástricas e inclusive los hipotensores, que pueden disminuir con seriedad la capacidad del varón para mantener un tiempo inmejorable la erección. Aun de esta manera, insistimos en que prácticamente todo depende del nivel de excitación. Hay quien contrata los servicios sencillamente para gozar la compañía de una atrayente mujer. Las agencias de acompañantes intentan determinar si esto es lo que un cliente desea y, si lo es, la agencia procurará enviar las mujeres más educadas y atentas con su cliente del servicio. No es extraño que estas chicas de compañía reciban grandes pagas o bien incluso legados de sus clientes. En la película Klute, Bree Daniels efectúa este servicio a un anciano fabricante de prendas de vestir judías. Horas, una hora o media hora estarán bien si eso es todo lo que puede acomodar. Periódicamente, vale la pena darse un día entero en cama, comer y bañarse y refrescarse según sea necesario, pero de manera continua volver a la cama, tumbarse, acurrucarse y acorrucarse. Cuanto más estén disponibles para la experiencia, más sorprendentes, espontáneos, elegantes y fluidos se volverán los cuerpos: se unirán en relajación y sencillez.
Ser imaginativo no cuesta nada
La reverencia actual para el MILF es un ejemplo de ello. El día de hoy es tan fácil, con la llegada de los portales de emparejamiento por Internet, que una madre suburbana con 3 hijos y un marido encuentre un poco de sexo prudente al lado (tan simple que te sorprendería). Los hombres jóvenes y hombres de mediana edad se sienten atraídos por la MILF por una pluralidad de razones. Por otra parte, advirtamos que a lo largo de una misma relación la mujer tiende a tener más de un clímax. En un organismo sano, física y psicológicamente, pueden esperarse de tres a seis orgasmos, aproximadamente consecutivos, por cada uno del hombre. De allá la necesidad de observar cierto cuidado en el tratamiento de la pareja femenina, de tal modo de permitirle lograr el clímax cuanto menos dos veces ya antes de proceder a hacer lo propio. Muchas mujeres número 3, se consideran demasiado altas, especiales o bien preciosas para su pareja. Pero cuando valoras de todo lo que piensas ser, cual es el beneficio real y tangible que tiene tu pareja, entonces te das cuenta que quien tiene suerte de tenerlo, eres tú a él. Pues a pesar de todo, de las comparaciones, amenazas, abandonos repetitivos, ha seguido aquí, contigo.
Conciencia de víctima
Cualquier escena que implique actividades invasivas como el piercing requiere un buen conocimiento de la actividad en sí y de las técnicas que precisa para hacerlo, mas asimismo las posibles repercusiones de la actividad. Toda vez que rompes la piel, abres una pequeña puerta al interior del cuerpo. Esta puerta es todo cuanto se necesita para que una infección invada. El cuerpo humano está cubierto con un sinnúmero de microorganismos y bacterias que son inofensivos para nosotros mientras estén fuera de nuestros cuerpos, mas dado un acceso directo al interior del cuerpo y al torrente sanguíneo, no solo pueden ser molestos, sino más bien asimismo peligrosos. Otra posición que requiere algo de fuerza. El hombre debe sostenerse por el marco de una puerta u otro sitio seguro, es decir, una barra de levantamiento. Debería haber algo de él en el que respaldarse los pies, como una silla. La mujer debe entonces montarlo a horcajadas y moverse de un lado a otro. La zona del procesamiento de emociones se halla más activa en las mujeres. Este procesamiento de las emociones del cerebro es lo que llamamos el sistema de las neuronas espejo. Podemos destacar que esta zona está presente tanto en el cerebro masculino como en el femenino, mas el cerebro de las mujeres tiene más neuronas espejo e incluye un sistema más activo de la empatía emocional. Las mujeres tendemos más a usar este sistema y regirnos por él.
¿Es cierto que el contacto con saliva contagia el vih?
Se puede conquistar simplemente cortejándola: a la mujer que siempre se entretiene a la puerta; desde la terraza de casa mira a la calle; frecuenta una tertulia en la habitación de un vecino joven; mira a los hombres descaradamente; cuando se fijan en ella, responde con miradas de reojo. Del mismo modo a la que, sin motivo, se deja descalzar por una rival; odia a su esposo o este la odia a ella; no guarda ninguna precaución; no tiene hijos; ha vivido siempre y en todo momento en familia; solo ha tenido abortos; frecuenta las tertulias; es pródiga en atenciones.
Si ya de por sí es difícil, la separación se complica en especial si la pareja tiene hijos en común. Los dos desean el bienestar de sus hijos; de ahí que, frente a la idea de la separación, la primera pregunta que ataca la mente es: ¿De qué manera va a afectar el divorcio a nuestros hijos? En primer lugar te animo a que trabajes sobre tu programación sensible. (Véase el interrogante 12.) Asíes como lo veo: tal vez, cuando eras una niña, tomaste una resolución inconsciente al estilo desi me siento furiosa, serétan mala como mi madreono resulta seguro expresar mis sentimientos. Esta clase de decisiones rigen tu vida bastantes años después. De manera consciente, túsabes que no eres tu madre, no obstante has establecido reglas radicales para asegurarte de que jamás te conducirás de una forma que ni remotamente recuerde su modo de actuar. Asípues, cuando tu pareja hace algo que te molesta, y túsientes la natural respuesta de irritación o bien enfado, suena una alarma en tu cerebro que te avisa¡riesgo!,¡peligro!y túinstintivamente suprimes esos sentimientos de cólera antes que puedan ser expresados.
Desde mi visión católica, valoro y respeto las otras corrientes de fe, cada una de las que contiene sus valores, y con las cuales tenemos más incidencias que divergencias. Para todos esos hermanos, y para los no fieles, un gran abrazo. Los guantes de látex son un genial accesorio para el sexo seguro, y usar guantes de látex con sexo manual lo convierte en uno de los actos sexuales más seguros. Asimismo hay otros beneficios al emplear guantes de látex: si pretende penetrar analmente a su pareja, no debe preocuparse de levantarse para lavarse las manos ya antes de penetrarla vaginalmente. Los guantes de látex asimismo hacen que sus dedos sean agradables y suaves, lo que hace que la penetración sea más simple y más cómoda. Asegúrese de tener lubricante a mano. Para el sexo manual, tengo una fuerte preferencia por el lubrificante de silicona. No se seca como lo hacen los modelos a base de agua. Es extremadamente resbaladizo y deja la piel con una sensación suave y adecuada, en lugar de pegajosa. Aunque el lubrificante de silicona es seguro para emplear con guantes de látex, evite los productos a base de aceite, que degradarán el látex. Si prefieres aceite para masaje corporal,cambie a lubricante de silicona antes de acariciar los genitales de su pareja. También es bueno tener toallas a mano. Las toallas pequeñas o bien los paños de limpieza sirven para limpiarse las manos escurridizas, y las toallas más grandes mantienen el aceite y el lubricante fuera de sus atractivas sábanas con un alto número de hilos.
¿Eres atrayente o no? o bien ¿eres atractiva o bien no?
Guapa y sensual, simpática y cariñosa, exuberante y exquisita, muy dulce en el trato… Así es Mirela, esta rubia brasileira de curvas imborrables y sonrisa deslumbrante. Cítate con ella y descubre los matices más exquisitos del placer erótico. Un siglo después un renombrado doctor, de nombre Herbert Shelton superviso más de veinte mil personas en ayuno, curo enfermedades muy graves, entre ellas el cáncer, y escribió más de cuarenta escritos sobre el ayuno. Ánima es una de esas mujeres de carácter que no podrás resistir a reiterar. Extrovertida y pasional, sus técnicas orientales son altamente eróticas, no vaciles en consultar por su conocimiento del sexo tántrico. Detallista y llena de carisma, despuntará en tus acontecimientos sociales por su saber estar y elegancia. No vacilará en ir a locales de intercambio o compartir su experiencia con parejas, lésbicos o dúplex. ¡Una especialista absoluta en el mundo del sexo!
Agarra la cara de Mónica con las dos manos. Sosteniéndola como si pudiera ir por libre y escapar de esa cama en la que terminan de entrar, dejando el cuerpo al lado. Su mirada es relajada. Sabe lo que hace, sabe dónde está, sabe lo que desea. Los besos no cesan, formando una cadena imposible de romper. Como si ninguno quisiera dejar de acariciar con sus labios la boca del otro y cada uno de esos roces se diesen para sellar la evidencia. De la cara pasa al cuello, masajeando a la vez los músculos que mantienen la cabeza pegada al resto del cuerpo. Tirantes, recios de la tensión de todos esos días que Mónica ha lidiado con clientes, jefes y competencia. No habría podido estimar el nudo que la tortura si los dedos no se hubieran esmerado en deshacérselo. La besa sin parar mientras que las manos siguen su camino. Tal y como si no pudiese verla y quisiera comprobar que todo está en su sitio, que no falta nada, recreándose en todas y cada una de sus reacciones cuando unas manos desconocidas la recorren, la liberan, la llevan a esa relajación de la que su vida carece. Y las reacciones de Mónica pasan del estremecimiento a la ansiedad por que siga tocándola. Completamente. Leyendo su pensamiento, traduciendo su respiración acelerada cuando roza sus senos, el hombre baja a ellos y los descubre. Redondos, pétreos por no haber amamantado más que a adultos que no desfiguraron su entereza. Los acaricia despacio, recreándose en la línea de los pezones, ascendiendo lentamente hasta la cúpula y rozándola con los pulgares. Los besos asimismo son para ellos. Roces de terciopelo. De esa ternura y textura que hacen que desees que se queden ahí por siempre. Que no se muevan. Que prosigan. Que paren el tiempo si hace falta a fin de que avancen hasta el resto del cuerpo. Del cuerpo de Mónica que se imagina envuelto en un papel pinocho de esos que, de pequeña, usaba para las manualidades. Las mismas que quiere que ese ignoto haga sobre su tripa, donde está ya, besando su ombligo, acariciando la piel. Cosquillas de placer que se desdibujan avanzando cara su sexo. Sin una palabra, aparcando todas las conversas y obviando las que pudiesen tener. Ahora no hay nada más que 2 enredándose.