
Su imagen nos conduce de forma directa a meditar en la Edad Media
La mujer debe recostarse sobre su espalda, en una situación confortable, sobre una cama o bien en el suelo, sobre una colchoneta, con una almohada bajo su cabeza, en situación tal que pueda mirar hacia la zona de sus genitales y, al unísono, a su compañero si lo desea.