Cuando ves una imagen, miras una película, lees una historia o tienes una idea que verdaderamente te excita, como en: panties mojadas o bien polla rígida, tienes una fantasía que te funciona. Puedes aprender a minar tus fantasías masturbatorias con herramientas de excitación. Tómate un instante para recordar tu última sesión de masturbación. ¿Qué se sintió bien? ¿Que estabas pensando? ¿Tenías un escenario en mente, una imagen en tu cabeza? Veías un calor video porno? No te preocupes por si la idea o la imagen es buena, mala o apropiada: ahora sencillamente estás usando tu imaginación erótica como herramienta. Piensa en de qué manera comenzó, la acumulación y lo que te hizo venir. Es probable que hayas empezado con una idea; Las imágenes o la acción se acentuaron de alguna forma, luego empezaron a medrar y alcanzaron un punto máximo que coincidió con el orgasmo. Piense en el inicio de su sesión de masturbación, el comienzo y la acumulación: así es como se enciende. ¿Entiendes un tanto la dinámica? Se trata de usar sus propias armas. Como ya lo había dicho, saber que las mujeres son animales sensibles y aprovechar nuestra racional para manejar ese género de situaciones. Lo importante, ante todo, es reforzar tu músculo computador. Esto te será mucho más útil que no intentar distraer tu mente durante la masturbación o bien el coito pensando en cosas poco estimulantes sexualmente. Es importante que identifiques el instante en el que orgasmo se acerca pero aún no está fuera de su control, en ese punto de no retorno que conduce inevitablemente a la eyaculación. Los hombres (y las mujeres asimismo) acostumbran a tener entre siete y veinte contracciones musculares cuando llega el instante del orgasmo. Intenta contarlas si puedes. Y cuéntalas en diferentes situaciones. Cuéntalas, por servirnos de un ejemplo, cuando estás fatigado. ¿Puede que haya disminuido su cantidad?
Y la mentira del enamoramiento
Conforme la teoría cristiana, la penitencia anatómico tiene una finalidad y es la de aproximar al fiel a los sufrimientos que Jesucristo ensayó en el Calvario. Los grados de penitencia anatómico que recogen las enseñanzas catequéticas son muchos y van desde al ayuno a la peregrinación pasando por dormir en el suelo, darse una ducha helada, cargar con alguna imagen a lo largo de una procesión de Semana Santa o por la ejecución de determinadas prácticas en las que el penitente se autoproduce algún tipo de castigo físico. Entre estas últimas sobresalen el empleo de flagelos y de cilicios. Ana com el influjo que ejercen las tetas en los hombres, porque en ella, heterosexual, actúan asimismo como un imán. Reconoce una fijación especial por esta de la anatomía femenina. Son la más perfecta de un cuerpo y como tal idolatra las medidas desmedidas de esos pechos que llenan sus manos. Grandes montañas en la llanura de un cuerpo que se levantan solemnes imponiéndose entre los 3. Le emociona ver de qué manera reaccionan a sus bocados, esos que comienza a dar tímidamente, mas que se acentúan con el ardor de la situación. Primero los repasa con la lengua, agarrando con las dos manos el pecho que desea devorar y después se pierde apretándolos primero con los labios y después con los dientes. Chupándolos, masajeándolos, lamiéndolos. Pezones que quieren alcanzar el techo y testificar el lugar preciso en donde está enterrado un tesoro. Esas tetas son un genuino tesoro. Benditas manos las de Leo que no dejan de tocarla mientras que Ana se deja cautivar por el cuerpo de Lidia. Mas Leo la conoce bien y sabe cómo hacerla gozar. Cada vez está más húmeda con el fantástico ritmo circular de sus dedos alrededor del clítoris y otras manos de mujer tocan sus senos. Ana es consciente por vez primera de de qué manera es el roce de unas manos femeninas. Mágicas y suaves deambulan con la delicia que solo puede presuponer a su mismo sexo y ahora com cama una especialista. Cuando Lidia empieza a besar los pezones de Ana, solo puede dejarse llevar; esa mujer tiene la llave que todo lo abre, que todo lo logra, que todo lo seduce. Muerde ora uno, ora el otro. Bocados leves que más bien son un apretar de labios cerca de la carne. Disfruta con un hombre y una mujer ensimismados con su cuerpo, pendientes de cada una de sus reacciones, llevándola de la mano hacia un mundo desconocido en el que se siente como pez en el agua a pesar de no haber nadado nunca en estas aguas. De qué forma le gusta lo que le hacen… De qué forma ha podido pasar tanto tiempo sin experimentarlo… Mas no es instante para quejas, solo para disfrutar. Lidia arriba, Leo abajo. 4 manos rodeándola y abarcándola. Un hombre enfrascado en su entrepierna, una mujer masajeando, mordiendo y besando sus senos como si supiesen a nata y a fresa. Sí, son pasteles deseoso por ser devorados por ella, la que repasa con la lengua cada centímetro de su pecho saboreando su piel tal y como si se tratara de un dulce. La lengua de la otra mujer emprende un nuevo camino. De los pechos desciende despacio cara la tripa. Lametazos pausados que humectan la piel provocándole más placer. Al llegar al ombligo, Ana contrae todos y cada uno de los músculos como única reacción. Baja y baja por el vientre, acercándose cada vez más a su gruta, que la espera pendiente. Ana siente el nerviosismo de la primera vez. Igual que cuando se acostó por vez primera con un hombre. Estaba inquieta pero deseosa por que la desvirgaran y la iniciaran en el sexo. Se siente precisamente igual. Y aunque aquellos primeros amores no salieron del todo bien, algo le afirma que esta noche sí triunfará. Son 3 adultos en la cama. Un hombre y dos mujeres: eso es lo que quiere, conmoverse con otra mujer. Lidia alcanza el sexo de Ana, clausurado por las manos del hombre cuyos dedos navegan desde el primer instante en el mar de la mujer que yace entre los dos. Déjame, le solicita a Leo, y separa su mano con una sonrisa maliciosa que delata sus pretensiones. Apenas son dos segundos de intercambio que a Ana se le hacen eternos, ansiosa de que no dejen de hacer lo que hacen. Es el centro de atención de una cama que conoce a la perfección en la que el día de hoy recibe ración doble de todo cuanto le gusta. Seguid, no paréis, musita entre pequeños jadeos. Leo sonríe y se aparta, dejando el camino libre a Lidia. La respiración de Ana se acelera al ver asomar la lengua entre los labios de la otra mujer. Una boca apenas entreabierta en la que refulge una enana punta sonroseada que pronto se unirá a la que le surge a ella entre sus labios rasurados. En el mismo instante en el que nota el primer lametazo, Leo se acomoda delante de su cara y le mete la verga empalmada en la boca con mucha delicadeza. Ana la recibe jubilosa, conoce el sabor dulce del sexo de ese hombre con el que en tantas ocasiones se ha recostado. El día de hoy le sabe todavía más exquisito. Leo acaricia su nuca revolviéndole el pelo.
No juzgues lo que pudo pasar, sino más bien lo que ha pasado, ni le des relevancia a lo que pueda pasar sino a lo que está pasando. Si has tenido la experiencia de que te hayan dado una patada en los huevos, acuérdate de ello cada vez que te duela algo. Si no has tenido esa experiencia, en vez de lamentarte constantemente en el momento en que te duela algo, pídele a alguien que te dé una patada en los huevos. Aprenderás a relativizar todo, que es el primer paso para ser comprensivo. Que es un lugar auténtico lo atestigua la variada parroquia (en su mayoría masculina y de avanzada edad) que desfila por el local, así sea para tomar un temtempié, para comprar vino o vermú, o bien sencillamente para alargar la consumición y la charla con los amigos.
Hola nuevamente, ¿me echabais de menos? espero que un poco si jejeje. Ya estoy un poco mas descansando, deseaba publicar este artículo antes mas después de un finde infestado de salidas y venidas, me merecía un día de total reposo. Si es una persona que se enoja de manera frecuente, ¡venga, hasta entonces! No pierdas el tiempo. Alguien que se enoja, significa que tiene reacciones de pequeño y eso es una mentalidad pobre con un papel de víctima. Si alguien se toma algo mal o bien interpreta algo mal, en vez de centrarse en la solución, preguntar, comprender, etc. es su inconveniente. No el tuyo. Esto hay que aplicarse en todas las relaciones. Lo mismo pasa, si reaccionas con enfados, algo tienes que administrar. Un sólo pensamiento negativo que tengas, te puede generar problemas. No te lo dejes.
¿Los gustos sobre qué? Sobre un montón de aspectos de la vida
Doctor Charles Whitfield (Médico en la práctica privada que se especializa en asistir a los supervivientes de traumas infantiles con su recuperación, y con adicciones que incluyen alcoholismo y trastornos relacionados. Certificado por la Sociedad Americana de Medicina de Adicciones, miembro creador de la Asociación Nacional para los Niños de Alcohólicos y miembro de la Sociedad Americana de Profesionales en el Abuso de los Niños) describe el nacimiento de la codependencia en la familia de origen. Para él su génesis se inicia cuando el niño tiene sus observaciones, sentimientos y reacciones reprimidas por sus cuidadores. Whitfield resalta que cuando el niño, a lo largo de su desarrollo, recibe una cantidad importante de mensajes destructivos, hiriendo el núcleo de su autoestima sana, padece una pérdida o enajenación de su yo verdadero que da lugar a un codependiente (falso o interno); lo que resulta en una sensación de vacío, vergüenza,culpa, y otros estados afectivos negativos.
Es el verdadero concepto del amor, sencillamente como todo ser vivo, nace, medra, se reproduce y muere, y aunque ciertos puedan pensar en este sentimiento como el el blog todopoderoso que controla el destino y ofrece a cada uno de ellos su persona ideal para el resto de sus vidas, están en un fallo y ya es hora de que bajen de la nube en la que se hallan. El roce de las diferencias en las relaciones de pareja representa formas concretas de una o más de una de las polaridades citadas. Por lo general, el yo es mediador entre un polo que emerge de lo inconsciente y otro que es de la conciencia individual. A las mujeres, el hecho de precisar a los otros las confunde. Además de esto, la decepción o el abandono les resultan particularmente dolorosos, incluso en lo concerniente a las pequeñas cosas. No es moco de pavo para ellas depender de los demás y después ser ignoradas, olvidadas o despedidas. Necesitar a los otros las coloca en una situación frágil. Ser ignoradas o bien sentirse desilusionadas las hiere más porque afianza la incorrecta creencia de que carecen de méritos.
Melany es una preciosa azafata española. Una prostituta dulce, educada, prudente y muy sensual. La compañía ideal para sus viajes, asambleas o bien románticas veladas. Me da un poco de vergüenza contar esto mas al final he dicho qué coño, ¿por qué iba a darme vergüenza si además nadie me va a reconocer? Resulta que una vez una amiga me afirmó que el hombre podía llegar a tener un clímax mucho más fuerte metiéndose un palo de escoba por el trasero. Como me agrada probar un tanto cosas nuevas y además vivo solo, llegué a casa, le puse aceite de oliva al palo de mi escoba, y accedí a metérmelo en el trasero poco a poco. Después de un rato a lo largo del como me dolió algo (y no entendía dónde estaba la gracia de aquello), empezó a gustarme la sensación poco a poco más. Tanto me gustó que me hice daño y tuve que ir a urgencias pues me sangraba el culo. Al final, nada grave. En fin, ese es mi secreto.
Cruzar los brazos, piernas o bien pies
De todas y cada una maneras no todo el mundo lo pintaba tan negro: una buena amiga mía que procuró juntarnos hace múltiples años (mas en aquella época estábamos con otras personas), siempre vio que podía surgir algo entre nosotros y cada vez que nos ve habla de lo buena pareja que hacemos y lo monos que somos juntos. Asimismo habla de lo tontos que hemos sido al tardar tanto en darnos cuenta con su ya te lo decía yo mas las amigas son así jajaja Al colocar las esposas para BDSM al esposado debe activarse el bloqueo de exactamente las mismas. A fin de que el sistema de doble bloqueo funcione apropiadamente hay que probar las esposas con una cierta regularidad. Esas pruebas regulares servirán para evitar que éstas puedan trabarse en un momento determinado imposibilitando su fácil apertura. Esto es ideal para ir rompiendo las barreras especialmente si es a una persona con la que incluso no has intimado. El estar por la parte interior de su brazo puede generar una proximidad agradable y no tan invasiva como lo podría ser colocarse por dentro de sus piernas. Al comienzo mantén el brazo en el aire, y tras un rato apóyalo a tu cuerpo cerrándolo con tu brazo, de esta forma el contacto no solo va a ser de ti hacia tu pareja sino que va a ser mutuo y comenzaras a alimentar y fortalecer el estado de conexión que queremos edificar.
