
Genial, tía, a mí carlos me cae muy bien
Igualmente sorprendente resulta saber que el daño no solo es del lado femenino. El pene que pretende penetrar anal o vaginalmente a la fuerza puede probar fisuras, roturas del frenillo y hasta auténticas fracturas del miembro masculino, condición de sumo cuidado y de serias consecuencias.