
Al sexo se debe asistir como quien es convocado a un juego
En el momento en que nos enseña a retardar la eyaculación lleva nuestra sexualidad alén de una emergencia por descargar las tensiones y aliviar nuestra carga energética, asimismo nos lleva más allí de nosotros mismos, al considerar al otro y su satisfacción tan esencial como la de uno mismo.