
Para quienes desean más ejercicios que promuevan la amedrentad sensible, les invito a leer mi
En 92, Fernando bajaba por las escaleras tras haber terminado una audiencia. De repente, Juan de Cañamares (hasta ese momento un completo desconocido) se aproximó a él con una espada de 3 palmos de longitud y le efectuó un corte en el cuello.